Exemplos do corpo de texto para Blas de Otero
1. Con Ángel González y antes Blas de Otero y antes todavía Antonio Machado, fue un enorme poeta del prosaísmo hispano, de lo sustancial, de lo urbano, atento a los problemas de sus congéneres y siempre partidario de acabar con el terror por los caminos de la carcajada.
2. Entre los asistentes al acto se encontraban Susana Rivera y Sabina de la Cruz, las viudas de los poetas Ángel González y Blas de Otero, respectivamente; el ex ministro de Cultura Jorge Semprún; varios rectores como Juan Gimeno (UNED) o Carlos Berzosa (Complutense); cineastas como Vicente Aranda; escritoras como Clara Sánchez; políticos como el socialista Rafael Simancas, y directivos del Grupo Prisa, como Manuel Polanco.
3. Hasta tal punto reclamó el escritor su condición de poeta que, en un debate público sobre posmodernismo, según Castellet, "a la vista de la pedantería insoportable de algunos filósofos", Vázquez Montalbán exclamó: "Perdonen ustedes, pero yo soy un poeta". Nunca dejó el escritor barcelonés, nacido en 1'3', de escribir poesía "en un intento de mestizaje", en palabras de Manuel Rico, "entre Thomas Eliot, Blas de Otero, Jaime Gil de Biedma y Salvador Espriu". Poesía amorosa y versos de combate político, estrofas de estilo costumbrista, continuas referencias culturales y retazos de vida cotidiana poblaron la obra poética de Vázquez Montalbán desde aquellos años en los que fue incluido por Castellet en la antología de Nueve novísimos poetas españoles, que en 1'70 marcó un punto de inflexión en la literatura española reciente.
4. El héroe verdadero de los ensayos es sin duda Antonio Machado, "liberal hasta el final de sus días" y a quien no afectó "el miedo a la revolución paralizó el pensamiento liberal de los liberales más conspicuos, y llevó a muchos a renuncias y a filiaciones en ellos impensables", pero este poeta se toma demasiado en serio su oficio como para despachar las cosas literarias con criterios ramplones÷ por eso Juan Ramón Jiménez, sobre todo el de la Segunda antolojía poética es su otro gran poeta, y lo es Unamuno, pero eso no impide que quienes le enseñasen tan temprano como en 1'47 de qué iba y por dónde podía ir la poesía de la posguerra iban a ser Gabriel Celaya y José Hierro, también Blas de Otero.